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miércoles, 8 de mayo de 2013

TRAJE TIROLÉS


Año 2010

La verdad es que ahora que veo las fotos evidencio cierta falta de jarras de cerveza, y más tratándose de mí. Sí, ya escucho a aquellos que me conocen rasgándose las vestiduras (lo siento, todo mito cae o, más bien, nos hacemos mayores). En fin, os muestro otro de mis trabajos, un traje de tirolesa un tanto light, con menos cervezas y menos salchichas, pero digno de pasearlo por un Oktoberfest y que te confundan con una de las camareras y así poder comer y beber de gorra.

El traje está confeccionado en varias piezas, que paso a detallar:

La ropa interior: Bueno, esto era absolutamente innecesario, pero me hacía ilusión, porque los pololos son, en fin, como unas bragas de manga larga, mogollón de sexys. Con la tela sobrante hice la camisa. Ambas piezas son para llevar debajo de la ropa, pues se transparentan bastante (de ahí la postura, no es que estuviera posando).

El corpiño: Sencillito y cómodo, sin las ballenas propias de los corsés y se ata con cordón.

La falda: Es completamente circular, por eso se ve tanto vuelo (además de que está hecha con tela de tapicería, que es más gordita). Con la tela sobrante me hice el gorrete, que no tiene nada que ver con los trajes típicos tiroleses, pero me apetecía hacerme uno así.

Y, aunque parezca mentira, me llevó muy poco tiempo hacerlo y fue la mar de fácil.



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